Cuando en los comienzos de los periódicos, apariciones pequeñas ni por asomo como hoy se conocen y realizadas a mano con pluma, y años más tarde la difícil tarea de lograr su impresión, quién podía imaginar los cambios que podrían surgir hasta llegar a hoy, en donde parece que ya no habrá papel.
La labor periodística se ha convertido en una constante selección de información que llueve por doquier. Teléfonos celulares, computadoras, Internet, diarios onLine, blogs personales, seguidores, comentarios, radio, televisión, todos los medios posibles se utilizan para la recaudación de información para ser procesada y editada al momento. Cuando antes esperábamos al menos algunas hora para profundizar sobre alguna información, o a la edición del periódico del día siguiente, hoy se acude rápidamente a Internet, quienes tienen acceso inmediato, o a radio y televisión, porque las informaciones se encuentran actualizadas a cada segundo.
Lo instantáneo de la información lleva al periodista a estar en constante conexión con el mundo informativo, a tener que actualizar su información de manera más frecuente y con menos tiempo para editar sus notas. Todo debe estar publicado “ahora”, y ese es el problema más usual con el que se encuentran los receptores de las noticias, dado que el deber de cumplir con la actualización e instantaneidad, conducen a la falta de profundidad en los temas desarrollados.
El cumplir con esa actualización debida es una falencia que se da en muchas publicaciones que podemos leer, aún cuando los reporteros editan sus notas directamente desde la calle y no hasta llegar a la redacción para la cual trabajan. Las nuevas formas de comunicación, sobre todo Internet, han modificado sustancialmente la rutina periodística, por lo que la selección de la información no siempre se cumple.
Por otro lado, estos cambios han permitido que la audiencia conozca y pueda comunicarse con los protagonistas de los textos que leen. Ya es común que cada periodista, además de cumplir con su tarea profesional, posee un Blog en donde escribe sobre los temas que le interesan y de esta manera interactúa con los lectores.
Todo es en Internet y “ahora”, aquí está toda la información, las fuentes, las imágenes, hasta el audio que no llegamos a escuchar. La velocidad a la que corren los periodistas de hoy, no les permite llegar a la Olivetti nunca más.
La labor periodística se ha convertido en una constante selección de información que llueve por doquier. Teléfonos celulares, computadoras, Internet, diarios onLine, blogs personales, seguidores, comentarios, radio, televisión, todos los medios posibles se utilizan para la recaudación de información para ser procesada y editada al momento. Cuando antes esperábamos al menos algunas hora para profundizar sobre alguna información, o a la edición del periódico del día siguiente, hoy se acude rápidamente a Internet, quienes tienen acceso inmediato, o a radio y televisión, porque las informaciones se encuentran actualizadas a cada segundo.
Lo instantáneo de la información lleva al periodista a estar en constante conexión con el mundo informativo, a tener que actualizar su información de manera más frecuente y con menos tiempo para editar sus notas. Todo debe estar publicado “ahora”, y ese es el problema más usual con el que se encuentran los receptores de las noticias, dado que el deber de cumplir con la actualización e instantaneidad, conducen a la falta de profundidad en los temas desarrollados.
El cumplir con esa actualización debida es una falencia que se da en muchas publicaciones que podemos leer, aún cuando los reporteros editan sus notas directamente desde la calle y no hasta llegar a la redacción para la cual trabajan. Las nuevas formas de comunicación, sobre todo Internet, han modificado sustancialmente la rutina periodística, por lo que la selección de la información no siempre se cumple.
Por otro lado, estos cambios han permitido que la audiencia conozca y pueda comunicarse con los protagonistas de los textos que leen. Ya es común que cada periodista, además de cumplir con su tarea profesional, posee un Blog en donde escribe sobre los temas que le interesan y de esta manera interactúa con los lectores.
Todo es en Internet y “ahora”, aquí está toda la información, las fuentes, las imágenes, hasta el audio que no llegamos a escuchar. La velocidad a la que corren los periodistas de hoy, no les permite llegar a la Olivetti nunca más.
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